miércoles, 8 de julio de 2009

Inside, outside, there’s a way out

Supongamos que existe un universo en nuestro interior, la realidad no es más que el espacio que compartimos con los universos de otros; más allá de ellos se encuentra la naturaleza, más plena, más libre y más real de lo que podamos suponer; somos una de sus piezas fundamentales, pero aquello que llamamos realidad tal vez sólo sea una muestra de nuestras limitaciones: hay una salida de esta realidad más allá de la realidad, algo que nos llama y a cuyo llamado debemos atender como la fuerza más vital y profunda que existe, en ella toda sociedad es un barbarismo.
Restaura tu corriente psíquica.

3 comentarios:

From the Life and Songs of the Olympian Cowboy dijo...

Leo en el ensayo de Montaigne algo que me remite a tu entrada. Te pido tiempo, para anotarlo por la tarde aquí.

From the Life and Songs of the Olympian Cowboy dijo...

Son dos citas: «En adelante, sobre todo cuando el yo se define recortándose netamente del contesto de la existencia, cuerpo y alma se aplican a sus respectivas tareas: uno a vivir, desarrollándose y atendiendo a su economía, y a veces defendiéndose de las insensateces de la psique; la otra, en el trabajo propio de la naturaleza, que es pensar. Es decir: Manejar mentalmente los materiales que la realidad total ofrece, entre ellos el de su conciencia de ser viviente, de su mundo interior. Pero la inteligencia tiene sus problemas, su programa de existir, su destino. Por los objetos de la cultura y de la vida psíquica general lleva una existencia corporal, cuerpo entre cuerpos, sin que tenga ya ninguna otra oportunidad de entablar un diálogo con la razón. Sólo mediante los sueños, de noche, y para ello utiliza el único lenguaje eficaz entre esos dos mundos antípodas: el de los símbolos.
Si en adelante el cuerpo se aplica a la observación de su cuerpo, el examen de sus gestos mímicos y lingüísticos -imágenes simbólicas- procede siempre como un observador extraño, como un médico, como un psicólogo. Su cabeza no le pertenece, porque es el mundo. Otra cosa es concertar ambas entidades, hacer que la inteligencia reingrese a su cuerpo y lo ocupe sin zonas de mutilación. La inteligencia percibe enseguida, como síntoma primero de esa reintegración, como síntoma primero de esa reintegración, que en ella existen fuerzas poderosas y penetrantes, que denominamos la intuición, y reaprende a sentirlas y a escucharlas con cuidado.» (Montaigne, 40-42)
Dice ezequiel que; «Driesch lo expresa así:

No debemos, por lo tanto, comparar con la inteligencia el saber de nuestra energía natural, sino con aquello otro que, en las abejas y las hormigas y en las aves que construyen nidos, llamamos instintos: aquí también tenemos un saber sin experiencia.» (Montaigne, 42)

Sea pues, espero tu opinión.

Traveler dijo...

Me parecen citas muy adecuadas, [hay un par de errores de transcripción por ahí] quizá lo que te falta explotar sea tu intuición, no tu raciocinio; la razón por ciertos movimientos que podemos calificar como históricos cambió de manera muy radical, algunos dicen que ha progresado, pero en realidad sólo se ha vuelto analítica; y desde Kant ya sabemos que con el análisis no llegaremos a ningún lugar fundamental.
Ayer le dije a Lady G. que siento que tu corriente psíquica está obstruida, aunque creía que era sólo mi imaginación, tampoco soy muy intuitivo que digamos, sin embargo ella finalmente me lo confirmó.
En fin, hablaremos de eso después.